17 sept 2013

Domingo en el Mercado Central de Santiago y Cerro de San Cristóbal

El domingo se despertó soleado, después de lo frío y oscuro que había sido el sábado. Así que después de desayunar nos dirigimos al centro de Santiago, sin un plan definido.

Desde la plaza de Armas paseamos hasta el Mercado Central, donde nos mezclamos con la gente que había por sus múltiples puestos de frutas, verduras, carnes y demás abarrotados de gente. Estaba abarrotado, a pesar de ser domingo. Es digno de visitar.


Mercado Central de Santiago
 Después de comer,  paseando por el Parque Forestal llegamos al Barrio de Bella Vista, de aire alternativo y calles llenas de restaurantes, bares, teatros... Muchas de sus fachadas están decoradas con coloridos murales que le dan un ambiente bohemio y original. Por la animada calle Pío Nono llegamos hasta el Parque Metropolitano, donde está la entrada al Funicular de Santiago.

Fachadas de calles de Bella Vista

Barrio Bella Vista, Santiago de Chile

El funicular tiene dos paradas: la primera en la estación de entrada al Zoológico y la otra el lo alto del cerro de San Cristóbal (está abierto de 10:00 a 19.00 y el precio del ticket es de 2.600 pesos por adulto el billete de ida y vuelta a la cumbre). Nosotros subimos en el funicular, aunque después nos enteramos de que también se puede subir en coche, pagando unos 4.000 pesos por vehículo en el acceso por Pío Nono.

Una vez arriba, nos quedamos impresionados con la panorámica de la ciudad. El hecho de que el cielo estuviese totalmente despejado y limpio nos permitió disfrutar con total nitidez de las vistas de Santiago con los Andes de fondo. Incluso pudimos divisar el edificio donde vivimos.

Vistas desde el Cerro de San Cristóbal


Desde donde nos dejó el funicular, subimos andando hasta la gran escultura de la Virgen en la cumbre del cerro. Por el camino nos sorprendió encontrar a la entrada de una ermita con una plazoleta llamada La Plaza Vasca, decorada con una ikurriña, escudos de las provincias de Euskadi y un árbol en el centro que según apunta un cartel, es un retoño del de Guernica.
La ermita está dedicada a la Virgen de San Cristóbal.

La verdad es que nos encantó subir al cerro y disfrutar de la inmensidad de la ciudad, que desde allí parece una maqueta que se extiende hacia el horizonte en 360º. Hasta ese momento no era consciente de lo enorme que es la ciudad.

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